LA MUSICA Y SU INTERPRETACION

 

La interpretación musical es el paso en el proceso musical durante el que las ideas musicales se realizan y transmiten al oyente.1​ Es la acción de hacer música, de producirla con la voz, con instrumentos u otros objetos capaces de producir sonidos musicales. En la cultura musical occidental, un músico especializado decodifica el texto musical de una partitura y lo hace audible con uno o varios instrumentos musicales.2

El músico, ya sea instrumentista, cantante o director, que conduce una interpretación o participa, en el supuesto de que esta sea colectiva, se denomina intérprete. Desde siempre, también han existido intérpretes que han ejecutado obras, con y sin partitura, creadas por un compositor.2

Hay aspectos de una obra que el compositor no puede señalar con toda precisión. Los intérpretes determinan, hasta cierto punto, algunos aspectos de la música que interpretan, sujetos a su discrecionalidad, en función de los temposfraseodinámica y, dependiendo de la música, altura e instrumentación.1​ Hay personas que entienden diferentemente el acto de la interpretación musical del de la ejecución musical. En este caso, la diferencia radica en el hecho que la primera atiende a todos los elementos de la música, mientras que la segunda se limita a traducir en sonidos estrictamente lo que consta en la partitura. Otros abusan de su propia imaginación haciendo aportes que van mucho más allá de la partitura original, cosa de lo que se quejaban autores como CouperinBeethoven y Stravinski.2

El acto en el cual la interpretación se hace pública se denomina conciertorecitaljam session y todavía con otras nomenclaturas en función, sobre todo, del tipo de música que se interpreta.

Parámetros básicos de la interpretación[editar]

Los parámetros básicos que determinan la interpretación son:

  • Los instrumentos utilizados.
  • La técnica o abanico de técnicas empleadas para hacerlos sonar.
  • La afinación de estos instrumentos, es decir, la altura absoluta y la escala musical empleada.
  • El tempo.
  • La articulación.

Algunos de estos elementos vienen determinados, a su vez, tanto por planteamientos apriorísticos sobre el resultado que se quiere lograr, como por condicionantes específicos de cada interpretación. Entre estos están la acústica del espacio donde tiene lugar, o la pericia de los intérpretes, entre otros.

En general, cada estilo requiere unas maneras de interpretarlo, es decir, una determinada manera de jugar con estos parámetros. En algunos casos, por ejemplo en el caso de transcripciones a instrumentos que no existían cuando se compuso la obra, como una composición de Antonio Vivaldi para guitarra eléctrica, se crea una distancia entre el estilo compositivo y el estilo interpretativo.

En las interpretaciones en público o conciertos, intervienen otros muchos parámetros propios de la puesta en escena de un espectáculo.

Tendencias interpretativas[editar]

La interpretación de una obra musical es, en muchos sentidos, similar a la interpretación teatral. Aunque los actores se ciñan al papel escrito en la obra, pueden subir o bajar la voz, emplear un tono u otro, etc. Es lo mismo que los instrumentistas musicales que, dentro de un orden, pueden variar la ejecución en cada momento, aunque sigan las indicaciones de la partitura.3

El acto de la interpretación no siempre y en todas partes se ha pretendido interpretar la voluntad del autor. Desde este punto de vista se puede entender que los criterios básicos para las interpretaciones musicales son dos: o bien el estudio de la partitura y de todo aquello que lo rodea para lograr una interpretación lo más cercana posible a la voluntad del autor, o bien la utilización de la partitura para llegar a una nueva creación personal del intérprete, a una recreación, o en todo caso, una interpretación que no tiene como principal objetivo la restitución de una sonoridad original. Un ejemplo claro de la segunda tendencia es el tipo de interpretación de la música barroca que se hizo durante el Romanticismo y buena parte del siglo XX, hasta la irrupción de la música antigua, que se interpretaba con unos instrumentos que no eran aquellos para los cuales se había sido pensada aquella música. Se tendía a interpretarla con conjuntos de unas dimensiones y una sonoridad mucho más grande que la original, y se variaban muchos de los parámetros básicos que configuran la interpretación. En contrapartida, un ejemplo de la primera es el movimiento que, a partir de la década de 1970 encabezó Nikolaus Harnoncourt y que se conoce como música antigua.

No solo la interpretación de la música que se expresa con una notación que es muy detallada con todo tipo de indicaciones sobre cómo tiene que ser interpretada permite una interpretación fiel con las intenciones originales. En el caso de música anotada de forma menos rigurosa y/o de música que en sí misma requiere un cierto grado de indeterminación o de improvisación, este rigor se logra a base del estudio de fuentes documentales paralelas, y a menudo contemporáneas, de la obra a interpretar.

Que es la Música

La música (del griegoμουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], «el arte de las musas») es, según la definición tradicional del término, el arte de crear y organizar sonidos y silencios respetando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la Antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores en el marco de diversas experiencias artísticas fronterizas han realizado obras que, si bien podrían considerarse musicales, expanden los límites de la definición de este arte.



La música es un conjunto de sonidos y silencios, organizados de manera lógica, que se rige por una serie de leyes como la armonía, el ritmo y la melodía, haciendo uso de la sensibilidad que caracteriza al ser humano con respecto a la emoción y percepción de elementos artísticos. Ciertamente, la música tiene una connotación mayormente espiritual y emocional, por lo que su complejidad sólo ha ido aumentando a lo largo de la historia, pues, no se ha logrado definir lo que realmente representa, más allá del uso corriente que se le da.

La música es una de las mayores formas de expresión artística desde tiempos ancestrales. Además constituye el sostén de una gigantesca industria global, ya que en la cultura tienen cabida muy distintos tipos de música, empleados con fines recreativos, ceremoniales, publicitarios o de distinta naturaleza.

Existen muchas y diversas maneras de producir música, algunas muy tradicionales como una orquesta clásica, y otras más contemporáneas como una banda de rock. Sin embargo, el principio que las guía es similar. Cada una pertenece a un contexto específico en cuanto a historia, cultura, valores y consideraciones en torno a lo que es y lo que no es el arte.

Por otro lado, la música se asocia con ciertos aspectos de la mente humana y se considera un estímulo importante para el pensamiento lógico y matemático, la adquisición del lenguaje, el desarrollo psicomotriz y otro vasto rango de actividades sociales y mentales propias del género humano. Por eso se la incluye usualmente en los distintos programas escolares.

Ver también: Inteligencia musical

Historia de la música

musica historia sumeria
En un principio la música estaba vinculada a prácticas religiosas.

El origen de la música se encuentra cubierto de misterio, aunque se estima comenzó en la prehistoria de la humanidad y se lo vincula con los ritos de apareamiento y con el trabajo colectivo.

La danza y el canto parecen haber estado desde el principio asociados al modo en que el ser humano comprende el mundo. De hecho, formaban parte de sus manifestaciones religiosas o chamánicas, como rituales de sanación, cantos de batalla o de cacería, o bailes para atraer la lluvia.

Los instrumentos más antiguos son flautas de hueso de más de 30.000 años de antigüedad. Mucho más tarde, en Sumeria del 3.000 a. C. existían instrumentos primitivos de percusión y de cuerdas. Por su parte, en el Imperio Nuevo del Antiguo Egipto empleaban escalas de siete sonidos distintos, y diversos instrumentos como el arpa, el oboe y los tambores.

Sin embargo, los primeros tratados sobre la música de Occidente son de origen griego, ya que los antiguos helenos le daban mucha importancia al valor educativo y moral de la música, vinculada siempre con el poema trágico y la mitología. Su equivalente oriental se encuentra en la Antigua China, cuya música respondía ya en el siglo IV a. C. a una escala cíclica propia.

Posteriormente, la música en Occidente evolucionó de la mano del pensamiento religioso medieval, otorgando al canto gregoriano un lugar destacado como canto litúrgico de la Iglesia Católica. En el Renacimiento aparecieron nuevos estilos en Europa, dando así origen a la música flamenca, a la chanson francesa y a la música barroca.

Luego se regresó al clasicismo, bajo cuya influencia nació la célebre música clásica europea interpretada por orquestas. A este período pertenecen los famosos Bach, Haydn, Mozart y Beethoven.

Con el Romanticismo, se crearon nuevos registros y nuevas sensibilidades vinculadas a lo local y a la cultura popular. Tras distintas variantes programáticas, impresionistas y modernistas, se dio inicio a la etapa contemporánea de la música, caracterizada por una enorme diversidad y una constante exploración de los géneros musicales.


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